ODA A LUCIERNAGA Despliegan sus destellos tan hermosos en la espesa negrura de la noche, presumen con viveza su derroche de luz en los espacio tenebrosos. Maravillas de seres fabulosos, son como los diamantes en un broche magnífico, la luna sin reproche observa fascinada sus acosos. Cascadas encendidas en el cielo, semejan sus alados cuerpecillos candelas que iluminan el amor. La brisa las persigue en loco duelo y eleva por el aire bellos brillos bañando mi jardín de gran fulgor. AGOSTO…