Ayudar a quien necesita Este día que comienzas te presentará, sin duda, ocasiones de hacer alguna buena acción. Algunas, sin buscarlas, están ahí a la mano, como esperándote. Pero otras tienes que pensarlas y ponerlas en tu agenda. Unas y otras te entrenan y mantienen ágil en la actitud de servicio y entrega al prójimo. Una anécdota con humor: pero, sólo había apariencia de ayuda. —Mamá –dice un niño a su madre, —¿me das veinticinco centavos? —Toma. Al día siguiente vuelve a pedirle el mismo…
8